Jengibre:
Puedes conseguirlo en cualquier mercado de tu localidad fresco, seco o en polvo.
En la antigüedad se utilizaba para aliviar náuseas, dolor de estómago y mareos. Gracias a que hoy se conocen sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas se sabe que alivia varios padecimientos principalmente ayuda a reforzar al sistema inmunológico.
Posee aceites esenciales, vitaminas, minerales y antioxidantes. Alivia migrañas, nauseas (especialmente durante el embarazo), cólicos menstruales, indigestión y gases.
Se toma mediante infusiones, licuados, jugos, ensaladas, guisados o postres.
Entre las varias recetas existentes te doy dos que he probado y ambas son muy efectivas:
Para la tos y el resfriado común
-Jengibre fresco acompañado con limón y miel de abeja. Ojo: el paciente no debe de tener fiebre y es mejor cuando se incluye vitamina C, una persona adulta podría tomar 750 mg durante el día. La receta no es para diabéticos.
Para calambres musculares
-Seco en forma de té antes de dormir alivia los horribles calambres que suelen aparecer justo en la noche. Una taza de agua y un pedazo pequeño (3cm por 3cm aproximadamente) de jengibre es suficiente para su preparación, huele un poco a ajo pero no sabe a nada, no te preocupes. Procura incluir también alimentos ricos en magnesio y potasio (semillas de girasol, ajonjolí, lentejas, nuez de la india, y plátano) algunas veces también dan calambres por la deshidratación procura tomar suficiente agua.
Precauciones:
No deben consumirlo pacientes con "fiebre" (ya que el jengibre eleva la temperatura corporal) y puede interferir con algunos medicamentos, sí tomas varios medicamentos, mejor consúltalo antes con tu médico de cabecera.