El sueño repercute en el apetito.
Nuestro cerebro interpreta la falta de sueño como falta de alimento. Al dormir el cerebro segrega Leptina, la hormona que normalmente comunica al cuerpo que hemos comido lo suficiente. Cuando nos quedamos despiertos más tiempo del debido, nuestro cuerpo produce menos Leptina y por lo tanto siente la necesidad de ingerir más comida 😳😳
¡Duerme bien!