Se trata de un trastorno psicosomático que empieza afectando a la mente pero acaba repercutiendo en diversos órganos del cuerpo y puede producir taquicardia, dolor de cabeza, estómago, falta de aire, irritar al intestino y afectar al sistema nervioso.
Hay factores que agravan el problema como las dietas adelgazantes en las que se produce menor ingesta de vitaminas y minerales esenciales. Consumo de bebidas alcohólicas, bebidas estimulantes o tabaquismo, ya que todas ellas afectan al sistema nervioso.
Procura incluir en tu menú: germen de trigo, cereales integrales, plátanos por su alto contenido de minerales, frutos secos, yogurt, vitamina B6 y alimentos ricos en magnesio, así como levadura de cerveza, tés relajantes y realiza actividades que te resulten tranquilizantes como la meditación, acude a un profesional de la salud mental y no dejes pasar el tiempo pensando que tú sol@ puedes manejar tus emociones.
Lo más importante eres tú, aléjarte de situaciones y de personas que te quiten tu paz mental. Y cuándo sientas que va a iniciar un ataque de ansiedad recuerda que es tu mente, nada malo va a suceder y procura ser consciente de hacer respiraciones lentas y profundas.